Llamados, transformados y, ahora, enviados

Tras meses de ir creciendo en emoción y expectación por el encuentro «Llamados, transformados y enviados«, primer encuentro internacional de CHARIS desde el arranque de este servicio en Pentecostés de 2019, hemos podido vivir estos tres días intensos los pasados 2, 3 y 4 de noviembre.

Fuimos alrededor de unos 300 españoles de muchas realidades carismáticas diferentes, diferencias que nos fortalecieron en la comunión vivida en la Casa Tabor y el Colegio Español (y en muchos otros lugares dispersos por Roma) donde muchos nos alojamos, y que nos permitieron, al unísono, alabar con fuerza al Señor en el Aula Pablo VI y en las diversas basílicas.

El Espíritu Santo es Espíritu de comunión, y sobre todo, de transformación. Una transformación que vivimos con las palabras ungidas de los grandes predicadores que nos acompañaron, con las oraciones de intercesión que se vivían en cada esquina del recinto, con el compartir de hermanos de otras denominaciones cristianas, con el canto en lenguas a una sola voz que abre la ventana del Cielo.

Reunidos en el Aula Pablo VI, los oradores nos instaban a promover el bautismo en el Espíritu en toda la Iglesia, a trabajar por la unidad de los cristianos amándonos por encima de todo, a amar y servir a los pobres con alegría, a evangelizar utilizando todos los recursos que el Señor pone a nuestra disposición. Entre los oradores se encontraban también algunos pastores pentecostales y evangélicos.

El Papa Francisco invitó a CHARIS y a todos los presentes a reflexionar sobre lo que ya se ha hecho y lo que queda por hacer. También tuvo unas palabras para exhortarnos a trabajar por la paz, siempre.

No podemos hacer más que dar gracias a Dios por lo grande que ha estado con nosotros, por habernos llamado y habernos transformado. Y ahora, la misión más importante: compartir lo recibido en cada grupo de oración, cada comunidad, cada ministerio, en definitiva, compartirlo allí donde el Espíritu Santo nos envíe.

¡¡¡¡GLORIA A DIOS!!!!