Por Francisco Javier Entrena. Comunidad Siervos de Cristo Vivo

Testimonio de la Vigilia de Francisco Javier Entrena . Comunidad Siervos de Cristo Vivo. Casa de la Santísima Trinidad. Madrid

Podemos caer en la tentación de, cuando acudimos a una celebración, permanecer en la superficie, es decir, entramos sólo al nivel de los ojos de la carne. Esto nos ocurre incluso cuando asistimos a la Eucaristía.

Pero cuando Dios nos permite vivir una celebración en profundidad es porque Él nos ha asistido con su Espíritu y nos ha regalado el don de poder contemplarle con los ojos de la fe. Es su Espíritu Santo el que, en la medida que nosotros le abrimos el corazón, Él se derrama en nosotros y nos abre los ojos de la fe.

Y entonces surge la maravilla y todo lo hace nuevo. Y esto es lo que ocurrió en la especial Vigilia de este año tan especial (que yo viví junto a mi esposa).

Al invocar su Espíritu, sentí que Él todo lo hizo nuevo. Renovó su amor  nuestros corazones. Cuando se derramó a los apóstoles todos estaban encerrados, atemorizados. Al igual nos estaba ocurriendo a nosotros, que estábamos confinados, asustados y temerosos. Pero eso no impidió que El hiciera nueva la celebración.

Hizo nuevo el canto de los hermanos. Hizo nueva la alabanza  de nuestros corazones. Hizo nuevo un hermoso y compartido canto en lenguas de todos los hermanos reunidos. Se derramó grandemente y nos dio, un nuevo gozo y alegría, junto con nuevas  fuerzas, para ser sus testigos en medio de este mundo.

Gracias a todos los que hicieron posible este Encuentro Mundial on line , organizadores, técnicos, etc….Que el Señor les bendiga abundantemente.

Gloria a Dios.

Algunas de las distintas realidades que conforman CHARIS nos hacen llegar sus mensajes y testimonios vividos durante este Pentecostés 2020.

En primer lugar os proponemos el testimonio del ESN de la RCCE sobre la preparación y la Fiesta de Pentecostés:

A continuación queremos presentaros los testimonios de otras dos realidades carismáticas: Familias Invencibles y Comunidade Caná.

Las FAMILIAS INVENCIBLES cada vez más unidas

         El pasado sábado 23 de mayo tuvimos un encuentro muy especial para esta gran familia que compartimos en el Espíritu. No fue de la forma habitual, no hubo esos abrazos y esos “achuchones” que nos repartimos cuando nos encontramos de forma presencial pero, bendita la luz y los ojos que Dios nos ha dado, bendita la tecnología y los que la crearon para que se nos permita en estos tiempos confusos vernos, incluso a pesar de la distancia y a pesar de que sea  a través de la frialdad de una pantalla de ordenador. No podíamos besar ni estrechar a los otros, pero sí pudimos compartir con alegría el encuentro con esos  hermanos de los que estamos separados y que, por las circunstancias, no podemos encontrarnos tan de cerca como nos gustaría.

         Nos hemos colado en la casa de doce familias. Cada ventana fue un portal para  los demás, una mirada a través del cristal de las pantallas hacia el interior de esos hogares, de ponernos al día de nuestras vidas, de vernos las caras, tal como hacíamos en los encuentros. No fue una mirada de curiosidad ni para el cotilleo, fue una mirada para acompañar al hermano y hacerse fuertes al compartir las debilidades o las fortalezas según cada quien las ha experimentado en estos tiempos extraños. El calor de la hermandad sigue en medio de nosotros, El Señor sigue siendo nuestro pegamento, por eso no faltó nuestro momento para la oración comunitaria. Cristo camina con nosotros.

         Ha sido una experiencia enriquecedora para todos, hemos compartido nuestras vivencias en este tiempo de aislamiento (algunas muy difíciles), hemos sabido de nuestras preocupaciones, de los momentos de tormenta y de los de calma. Invitados a la reflexión sobre el momento de cada uno de nosotros con esa alusión a la imagen que nos narra el Evangelio cuando la barca zozobraba y parecía que el buen Jesús estaba dormido y despreocupado mientras los discípulos estaban aterrorizados de miedo.

         Nos acompaña en esta tierra nuestro querido hermano y sacerdote Abel Pino, con palabras llenas de sabiduría para que no dejemos de mirar a ese Jesús, al despierto y poderoso,  para  pedirle que siga enviando sobre nosotros a su  Santo Espíritu, para seguir siendo  sus testigos e instrumentos de Dios, incluso aunque no nos demos cuenta de que lo somos porque no vemos con sus divinos ojos.  

          Hasta aquí esta experiencia que compartimos las Familias Invencibles de Galicia, y que nos consta que ha sido vivida también -de modo semejante- en otras zonas de España. ¡Jesús está vivo! 

Ingrid y José Antonio – Familias Invencibles  familiasinvencibles-rcc.org

«Tiempo COVID»: un kairós       

Es el tiempo del Espíritu para Comunidade Caná: «El Señor caminaba delante de los israelitas (Caná). No se apartaba de delante del pueblo ni la columna de nube, de día, ni la columna de fuego de noche» (Éx 13, 22). Dios va guiando nuestros pasos de fiesta en fiesta. Somos llamados a mirar al Cielo y a clamar al Espíritu que descienda sobre nosotros como Agua Viva, como Fuego. ¡Él quiere cambiar el mundo en el Poder del Espíritu Santo! Por ello está suscitando un «tsunami» del Espíritu, algo inesperado, algo sorprendente… Y, cuando el Señor se mueve de esa manera, aquellos que hemos sido llamados («los que antes erais no_pueblo, ahora sois pueblo de Dios») hemos de estar dispuestos y en vela.  
      ¿Por qué aferrarnos a lo que tenemos o seguir repitiendo lo mismo? Jesucristo nos alienta: «Yo hago nuevas todas las cosas » (Ap 21, 5). Hemos participado en la experiencia ESpíriTu en Casa: siete familias de la Archidiócesis de Santiago de Compostela, de Fisterra a Moaña, compartiendo cómo es -en el día a día- la Vida en el Espíritu. Hemos vivido también cómo un grupo de familias de la zona de Pontevedra sintieron unirse diariamente para rezar el Rosario, siguiendo la sugerencia del Papa y de nuestro Arzobispo. Esta experiencia les marcó y fueron fieles desde marzo hasta Pentecostés. Continúan juntándose, cada Domingo, el grupo de familias.  Además, durante la semana de Pentecostés, unas once familias hemos vivido un espacio on-line de oración comunitaria, pidiendo cada día uno de los 7 dones del Espíritu Santo. Fue una preparación interior para llegar a la fiesta de Pentecostés deseando acoger la novedad del Resucitado que llega hasta las confines de la tierra. El sábado 30, a partir de las 18:00, hemos celebrado, desde Moaña, «El ESPÍRITU SANTO en  FAMILIA», un ENCUENTRO semi-presencial y abierto por Zoom, en el que han participado familias de distintos lugares de España, con ALABANZA, ENSEÑANZA, INVOCACIÓN al ESPÍRITU, TESTIMONIO e INTERCESIÓN. A las 22:00 nos unimos a la VIGILIA CHARIS desde Roma.  

Montse y Javier – Comunidade Caná  www.comunidadecana.org

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