Asamblea General de CHARIS España: Comunión, Unidad y Misión

A continuación compartimos la reseña enviada por NOTEMO, una de las realidades carismáticas presentes en CHARIS España, sobre el VIII Encuentro Nacional de Realidades Carismáticas. Agradecemos su servicio y su mirada fraterna, que nos ayuda a recoger lo vivido y a seguir creciendo juntos en comunión, bajo la acción del Espíritu Santo.

«El sábado 29 de diciembre tuvo lugar el VIII encuentro de realidades Carismáticas Católicas de España. Se inició la jornada recordando la enseñanza del Concilio de Jerusalén: lo que nos salva es creer en Jesús, y no la ley. Hoy seguimos enfrentando la dificultad de aceptar la gratuidad de la salvación, influenciados por un mundo comercializado que nos lleva a pensar que todo debe adquirirse o merecerse. Sin embargo, el Señor salva gratuitamente.

Se profundizó en el origen del problema: la sospecha que Satanás sembró en Eva, incapaz de distinguir entre la atmósfera de Dios y la del enemigo. A partir de esa desconfianza nace el pecado. También nosotros vivimos con facilidad en el juicio hacia los demás. Se insistió en que si no entramos en juicio, no seremos juzgados, y que este es un camino esencial de humildad.

Se recordó la importancia de tener cuidado de nosotros mismos, pues la vida espiritual es un combate. Muchas veces actuamos desde el miedo, como Adán que dijo: “Tuve miedo y me escondí”. Hemos sido educados frecuentemente desde la amenaza, pero Dios no amenaza: reconstruye nuestro interior y nos busca constantemente como el padre del hijo pródigo.

Un ejemplo ilustró la necesidad de la compasión: un padre en un tren permite a sus hijos comportarse de forma inquieta porque acababan de perder a su madre; los pasajeros, al saberlo, dejan el juicio y se ponen a ayudar.

Después de un descanso para compartir, se trabajó el pasaje de la pesca milagrosa. Jesús invita a remar mar adentro y echar las redes, a pesar del cansancio de los discípulos.

Se destacaron varias ideas:

  • La misión da fruto cuando nace de la palabra de Jesús, no solo del esfuerzo humano.
  • La red llena necesita a la otra barca: la evangelización es un trabajo de comunión.
  • Estamos llamados a salir al encuentro del hermano cuando está débil.
  • El Señor invita a echar las redes más allá, abrirse a lo nuevo y dejar que el Espíritu Santo renueve la mirada como la de un niño.
  • Dios abre sendas donde parece no haber soluciones.
  • Las redes llenas no son para nosotros, sino para llevar a los hermanos a los pies de Jesús.
  • Dios siempre da más de lo que esperamos.

Y, a continuación se presentó la función de CHARIS como servicio nacional de comunión, favoreciendo el encuentro entre realidades para caminar juntas. Nos agrupamos en pequeños grupos mixtos, con personas de distintas realidades carismáticas. Cada grupo reflexionó sobre:

  • ¿Qué aporta mi realidad a la Iglesia?
  • ¿Qué tenemos en común con otras realidades?
  • ¿Qué admiramos en las demás?
  • ¿Qué debe crecer en la nuestra?

Tras la dinámica se realizaron las votaciones previstas. Se explicó también el encuentro internacional de Cracovia y se compartieron informaciones sobre próximos eventos y necesidades, incluida la situación económica de CHARIS Internacional. Antes de la comida se realizó la adoración. El mensaje central de este momento fue una llamada a confiar en el Señor, dejar que Él actúe y permanecer unidos en el amor, no solo desde lo jurídico o estructural.

La formación impartida por Jean-Luc Moens, primer predicador elegido por el Papa Francisco para CHARIS a nivel mundial, se centró en el papel del Espíritu Santo como principio de unidad. Se presentó Pentecostés como el primer gran signo de esta unidad: los discípulos, reunidos con María en el cenáculo y con un mismo corazón, fueron capaces de recibir plenamente el Espíritu. La unidad atrae al Espíritu, mientras que la desunión lo aleja.

En Hechos 1–2 se destaca la “casa” como símbolo de la Iglesia. El Espíritu Santo llena la casa y se entrega tanto a la comunidad en su conjunto como a cada uno de sus miembros. Se recordó que el Espíritu es la comunión entre el Padre y el Hijo, y que esta palabra —comunión— constituye un elemento esencial para CHARIS.

Sobre la efusión del Espíritu, se subrayaron puntos fundamentales: es un bautismo de amor, toda misión debe estar enraizada en el amor, es necesario escuchar al Espíritu y no adelantarse a Él, y la efusión debe realizarse al inicio del camino, confiando en que transformará todo lo que venga después. Además, se enfatizó que no se debe juzgar si el Espíritu ha obrado o no en alguien, ya que esto solo corresponde a Dios. Se afirmó que Dios bendice toda comunión, en la familia, en la Iglesia y entre las distintas realidades carismáticas.

El encuentro concluyó con un espacio de compartir entre realidades y un tiempo de alabanza, en el que la oración comunitaria incluyó el pasaje de Isaías 12,3-6, recordando la importancia de reconocer la obra del Señor y anunciar sus maravillas con alegría

Compartimos igualmente el vídeo con la enseñanza que Jean-Luc Moens dirigió a todos los participantes. En su enseñanza, Jean-Luc Moens habló con una profundidad muy sencilla sobre lo que él llama el bautismo en el amor. Explicó cómo la unidad entre los hermanos atrae la acción del Espíritu Santo —y cómo la desunión la dificulta—, porque el Espíritu no solo crea comunión dentro de nuestros grupos o comunidades, sino en toda la Iglesia y en todos los hombres, como Pedro descubrió en casa de Cornelio. Esa es precisamente la vocación de CHARIS: ser comunión del Espíritu Santo ofrecida a todas las realidades.

Compartió también una experiencia muy personal vivida durante su hospitalización por Covid. Allí repetía una oración breve: “Jesús, sé que estás aquí y te amo”. En un instante sintió el amor de Dios de una manera tan intensa que lo llenó por completo. Él mismo lo describe como una segunda efusión del Espíritu Santo, que transformó su modo de orar y aumentó su cercanía con Dios. Recordó que el bautismo en el Espíritu es siempre una efusión de amor y que es mucho más frecuente y cotidiano de lo que pensamos.

Desde el relato de la pesca milagrosa nos animó a seguir al Espíritu sin adelantarnos, a pedir ayuda a otras “barcas” sin celos ni comparaciones, y a construir una verdadera red de hermanos. Propuso incluso un pacto de no críticas entre realidades carismáticas, porque la comunión se construye en gestos concretos y en la alegría por el bien que Dios hace en los demás. Y recordó que el ecumenismo práctico —tan querido por el Papa Francisco— nace de esta misma certeza: podemos evangelizar juntos porque compartimos la fe en Cristo y el bautismo en el Espíritu Santo.

Te invitamos a escucharlo con corazón abierto, pues es una llamada profunda a vivir la comunión y la misión en el Espíritu de amor: https://www.youtube.com/watch?v=4vtwjxfJ3m8

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