Hoy es un día «nuevo»
Es la fiesta que celebra el nacimiento de un mundo nuevo. “¡Este es el día en que actuó el Señor, aleluya, aleluya!”. Sí, este es “el Día” por excelencia; el Día que ha hecho el Señor. Los demás días los hemos hecho nosotros. Son obra nuestra. Los días de la traición, del abandono, de la huida, de las negaciones, del odio, de la cobardía, del pecado… los hemos protagonizado nosotros. Forman parte de nuestro “viejo” calendario.
Hoy es el Día creado por el Señor. Él nos ha hecho pasar a un mundo nuevo. De nuestra miserable contabilidad, al reino de la gratuidad. De la esclavitud a la libertad. Es la primera mañana del mundo. Es un día “nuevo”. El primer día de la creación nueva. Y la única recomendación es no volver atrás. Tenemos que cortar las ataduras con lo viejo, con el odio, con las divisiones. No echar de menos nuestro calendario. Se trata de seguir su calendario, lleno de novedad.
El P. Raniero Cantalamessa, predicador del Papa, proclamaba en la homilía de los Santos Oficios de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro de Roma: “Después de tres días resucitaré» había predicho Jesús (cf. Mt 9, 31). Nosotros también, después de estos días -que esperamos sean cortos- nos levantaremos y saldremos de las tumbas de nuestros hogares. No para volver a la vida anterior como Lázaro, sino a una vida nueva, como Jesús. Una vida más fraterna, más humana. ¡Más cristiana!

